Si el proyecto económico del PRO fracasa, sinceramente no tengo claro si los agentes e intelectuales comunicacionales que sostienen actualmente al gobierno serán los primeros o últimos que salten del barco, aunque si tengo claro, que lo harán en el momento más conveniente. Porque, de ser evidente el fracaso, son los que mejor calcularon el hundimiento, el cómo, el por qué, y si el hecho beneficia o no sus negocios. La ventaja de poseer tan inmenso poder comunicacional y no acarrear-Por lo menos a la vista superficial del receptor- bandera política alguna, es absoluta. Pueden, y lo han hecho, descartar al protegido si, el próximo a proteger les da una mayor rentabilidad. Y la bola de nieve se agranda cuando percibo que el diario Clarín o La Nación no están muy cómodos al tener que blindar a un ministro que dice que no le tiene confianza al país como para repatriar su matrimonio(Por ejemplo). Ni hablar de tener que imaginar u...